Mañanas caóticas y panqueques gloriosos

Crónica de una casa real, con bichos, hijas y una receta para chuparse los dedos

Las mañanas en mi casa son una aborágine.
Una especie de reality show sin edición, con seres corriendo por todos lados —algunos humanos, otros no tanto.

Está Tobías (mi nonito canichito de casi 16), que desayuna con cara de rey y panza de jubilado feliz.
Está el gato del vecino, al que bautizamos Germen, que entra sin permiso pero con toda la dignidad felina.
Y están Carbón, Cacao y Mantecol, tres perros que no sabemos de quién son pero que saludan cada mañana como si cobraran por asistencia.

En medio de esa ecatombe: Claudia.
Lavando ropa.
Preparando desayuno.
Limpiando alguna que otra cosita que grita «¡yo no debería estar ahí!»
Y, mientras tanto, rogando en silencio por que alguien invente el botón de “PAUSA” de la vida.

Como decía la gran Mafalda:
Paren el mundo que me quiero bajar.

(Ah, Mafalda… cuando las únicas pantallas de mi vida eran libros, cuadernos y los vidrios sucios de la cocina.)

Pero, como una es previsora y práctica, jelooouuuuuu, me adelanto a los hechos…
Y preparo esta receta con harina de coco que es para re chuparse los dedos.
Ideal para las mañanas locas.
Ideal para mimarte un poco en medio del torbellino.
Ideal para sentir que algo salió como esperabas.

Receta express de panqueques con harina de coco

Yo los hago a la noche pero también los podés hacer y comer en el momento, calentitos y amorosos.

Ingredientes:

6 cucharadas de harina de coco (45 g)

8 cucharadas de leche (75 ml)

2 cucharadas de aceite (yo uso ghee, vos metele lo que tengas)

4 huevos medianos (acá rompé con ganas, está permitido)

2 cucharadas de azúcar o eritritol (o lo que quieras, que no es pecado capital)

1 pizca de sal

½ cucharadita de polvo de hornear

Preparación:

Mezclás todos los ingredientes en un bowl, y al final agregás la harina de coco de a poco (porque absorbe mucho líquido, no te me emociones con la cuchara).